CARTA A Los JÓVENES
Feliz Dos Mil y Catorce!
 

Por Sandra Fayad
 

El calendario indica el término de más un año gregoriano. Esta vez, quiero enviar un mensaje a los más jóvenes, a aquellos que están estudiando, buscando un lugar mejor en el mercado de trabajo,creciendo mientras constructores del futuro para sí y para sus descendientes.
A esos, sugiero que miren para bajo mientras caminan, para confirmar que bajo sus pies no hay nadie que pueda salir herido durante el cambio de pasos;que miren para las laterales mientras corren, para evitar que el movimiento ágil de sus brazos fuertes derrumbe niños y viejos frágiles; que, de tarde en tarde, miren para tras para ver si no quedó nadie importante caído,sin fuerzas para erguer-se y acompañarlos; que miren para cima, para que en sus saltos olímpicos no se choquen con el sol y se derretam con su calor.
Algunos de vosotros podéis despreciar los patrones de comportamiento tradicionales relacionados con valores familiares y sociales, cultivados cuando la movilidad y los cambios eran más lentos. A esos propongo que creen una nueva orden. Pero fundamenten sus principios en el amor al prójimo, bajo pena de prosperar, porque, en toda la historia de la humanidad y para suerte nuestra, la única regla que aún no envejeció  es esa.
Ser feliz es más que luchar por un ideal, que construir una vida de éxitos, festejar, estar “in” o "on”. ES estar también “out”.
Estad fuera de la indiferencia en relación a los que no forman parte de su turma; fuera de la alienação al que se pasa dentro de su propia casa; fuera de la sensación de ser todo poderoso, invencível como quieren sugerir los sofisticados juegos electrónicos y las películas de Hollywood;fuera de la convicción de que su generación es la única a marchar con el paso correcto en toda la historia de la humanidad.
De esa forma, vosotros estaréis dejando también su marca registrada, legible y admirada, en algún punto del Planeta, como hizo Jesus Cristo hay más de dos mil años, a través de ejemplos y discursos sobre amor, respeto y solidaridad como norma a ser practicada por todos, en todos los puntos de la Tierra.

Feliz Dos Mil y Catorce!